Las nuevas tecnologías y la aparición de las inteligencias artificiales están revolucionando la sociedad y en particular el ámbito educativo, brindando posibilidades nunca antes concebidas relacionadas con la personalización y en ofrecer nuevas perspectivas enriquecedoras en el aprendizaje. La inteligencia artificial (IA) se está integrando en los sistemas educativos para proporcionar nuevas experiencias de aprendizaje adaptadas a las necesidades individuales de cada estudiante, permitiendo de esta forma un enfoque más inclusivo y equitativo en la comunidad educativa.
Es más, según La Organización de las Naciones Unidas (UNESCO), la IA tiene el potencial de abordar algunos de los desafíos más significativos de la educación actual, innovando las prácticas de enseñanza y aprendizaje, y acelerando el progreso hacia una educación más responsable y consciente.
Algunos de los desafíos que se encuentran los docentes en referente a la educación son:
- Falta de tiempo para seguir mejorando su formación o capacitación con el objetivo de poder innovar su material didáctico o poder personalizar más aún el contenido dependiendo del alumno (normalmente creando distintos grupos en la misma aula).
- Salud mental y bienestar digital del alumnado por el aumento significativo de los problemas de salud mental entre los estudiantes. El estrés, la ansiedad o la reducción del tiempo de concentración de los alumnos son algunas de las cuestiones de salud mental que afectan al rendimiento académico y al bienestar general de los estudiantes.
Claramente hoy en día el equipo docente se enfrenta a la necesidad de actualizar constantemente sus habilidades para adaptarse a nuevas metodologías, tecnologías y enfoques pedagógicos, ya no solo para fomentar y enseñar al alumnado el uso responsable de estas, sino de optimizar el propio trabajo del docente.
Dentro de este gran marco contextual, la IA puede ayudar a reducir estos desafíos y los impactos negativos, facilitando recursos educativos a estudiantes.
Por ejemplo, la automatización de tareas administrativas mediante la IA puede liberar tiempo valioso para los docentes, permitiéndoles centrarse más en la enseñanza y menos en la burocracia. Incluso incorporar en el aula tecnologías inmersivas, como la realidad virtual y aumentada, complementan la IA al proporcionar entornos de aprendizaje ricos y estimulantes que pueden mejorar la retención de conocimientos y la motivación de los estudiantes.
Por lo que, la educación no solo debe transmitir conocimientos, sino también enseñar a los estudiantes de forma responsable a utilizar la tecnología. Esto implica un cambio en el enfoque pedagógico, pasando de la memorización de información a la promoción de habilidades que permitan a los estudiantes utilizar la IA de manera efectiva y ética.
En resumen, las nuevas tecnologías e inteligencias artificiales están configurando un futuro educativo dinámico y adaptable, preparando a una generación de aprendices para enfrentar los desafíos de un mundo en constante cambio. La clave es equilibrar la adopción de estas tecnologías con la preservación de los valores educativos fundamentales, asegurando que la IA sirva como una herramienta para ampliar las capacidades humanas y no como un sustituto de la interacción humana esencial en el proceso de aprendizaje.
Talleres de salud mental y bienestar emocional en el uso de las tecnologías – Grupo AE